Sin puntos de encuentro físicos, pero con toda la ilusión intacta, la iniciativa invita a cualquier persona —curiosa, escéptica o convencida— a participar desde su propia azotea, balcón, terraza o mirador favorito. “Basta con tener una franja de cielo visible y un poco de disposición a dejarse sorprender”, comentan desde la organización.

El evento podrá seguirse online a través de YouTube y en las redes sociales de los organizadores, quienes además han habilitado el correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., la web de referencia https://www.urvag.com y el Whatsapp 657 19 93 11 para compartir observaciones, preguntas o, con algo de suerte, avistamientos reales. Toda la realización técnica del evento (imagen, sonido y producción audiovisual) correrá a cargo de la empresa Doce Más Una.

La cita del 5 de julio no es una convocatoria cualquiera. Tiene sabor a reencuentro, a verano canario, a misterio compartido. Es también una forma de continuar la tradición ufológica que ha hecho de las islas un referente en el fenómeno OVNI en el ámbito hispano.

Además, llega en un momento en el que el enigma ha vuelto con fuerza a los titulares internacionales, con informes desclasificados, comités del Congreso de EE.UU. y un renovado interés en los llamados UAP (Fenómenos Aéreos No Identificados). En otras palabras: estamos en el momento perfecto para volver a mirar al cielo.

La Noche de OVNIs es también una excusa perfecta para reconectar con el cielo. Desde utilizar aplicaciones móviles para identificar satélites y planetas, hasta sacar del armario los viejos prismáticos o el telescopio. “Y si alguien se anima a emitir señales, que no olvide las frecuencias de radio, por si acaso hay alguien escuchando en la otra punta del universo”, dicen en tono cómplice los promotores.

En definitiva, una noche para mirar hacia arriba, dejar atrás el ruido cotidiano y reencontrarnos —aunque sea por unos minutos— con el asombro.